En el marco de un proceso prolongado de reclamaciones por accidente de trabajo, nuestro cliente sufrió la amputación de tres dedos. Solicitamos el reconocimiento de grado de discapacidad ante el órgano competente.
El equipo de valoración de minusvalías emitió resolución reconociendo un 48% de discapacidad.

Resultado: reconocimiento del 48% de discapacidad, que visibiliza las secuelas funcionales y permite acceder a apoyos y beneficios previstos por la normativa aplicable (según requisitos y procedimientos vigentes en cada caso).

• Nexo laboral: secuelas derivadas de accidente de trabajo, debidamente documentadas.
• Prueba médica y funcional: aportación de informes clínicos y descripción de limitaciones en la mano afectada y en tareas finas/prensiles.
• Baremo oficial: solicitud fundamentada conforme a los criterios de valoración para establecer el grado de discapacidad.
• Contraste técnico: atención a movilidad articular, fuerza, destreza y repercusiones en la actividad cotidiana y laboral.

Estrategia

1. Recopilación de evidencias: informes médicos, partes de accidente, alta/seguimiento y pruebas funcionales.
2. Solicitud motivada de discapacidad ante el órgano de valoración, destacando impacto funcional y repercusiones.
3. Reclamaciones en vía administrativa hasta lograr el reconocimiento del 48% por parte del equipo de valoración.

Alcance práctico del reconocimiento

• Acreditación oficial del grado de discapacidad (48%).
• Posible acceso a medidas de apoyo (servicios, adaptaciones, beneficios y programas) en función de la normativa vigente y de la situación personal.
• Base para futuras revisiones del grado si se producen cambios clínicos o funcionales.