Nuestro cliente fue injustamente sancionado con una suspensión de empleo y sueldo de 7 días, bajo el argumento de una ausencia laboral no justificada. Sin embargo, el trabajador había comunicado dicha ausencia mediante un mensaje de WhatsApp a su gerente, acompañado del justificante de asistencia a un centro sanitario. La ausencia se debió a la necesidad de atender a su hijo menor, enfermo, amparándose en el artículo 37.9 del Estatuto de los Trabajadores, que permite ausentarse en situaciones de emergencia sanitaria de familiares cuando no haya otro cuidador disponible.

Demostramos que la sanción impuesta carecía de fundamento legal, ya que la ausencia fue notificada y estaba cubierta por un permiso retribuido introducido en 2023. Durante el juicio, la empresa no se presentó, y el juzgado verificó las pruebas presentadas, confirmando que la comunicación y justificación de la ausencia eran válidas.

Resultado: El juzgado revocó la sanción y obligó a la empresa a abonar a nuestro cliente el salario correspondiente a los días de suspensión. Este éxito subraya nuestro compromiso en la defensa de los derechos laborales de nuestros clientes.