En Legalion Abogados, creemos que los derechos del consumidor deben ser protegidos con firmeza, especialmente cuando grandes marcas incumplen sus obligaciones legales. Este caso, en el que actuamos frente a la multinacional SONY, es un claro ejemplo de cómo las empresas no están por encima de la ley cuando comercializan productos defectuosos y se niegan a asumir responsabilidades.

Nuestro cliente había adquirido un teléfono móvil SONY completamente nuevo, el cual empezó a presentar problemas técnicos desde las primeras semanas de uso. A pesar de tratarse de un dispositivo cubierto por la garantía legal vigente, el servicio de atención al cliente de la compañía se negó a efectuar la reparación, alegando defectos externos o mal uso, sin aportar pruebas y sin tan siquiera revisar el dispositivo de forma adecuada.

Inició entonces un largo proceso de reclamación extrajudicial, en el que SONY intentó aparentar colaboración ofreciendo un supuesto acuerdo: enviaron otro móvil “sustituto” que no era nuevo, estaba abierto y carecía de caja original ni documentación, lo que dejaba claro que no estaban cumpliendo con las obligaciones mínimas de garantía ni ofreciendo una solución digna.

Ante esta situación, desde Legalion Abogados interpusimos demanda judicial por incumplimiento de contrato, vulneración de la Ley de Defensa de los Consumidores y Usuarios, y daños y perjuicios. Nuestra estrategia se centró en demostrar:

• La existencia de un defecto de fábrica en el terminal.
• La negativa reiterada de la empresa a cumplir su obligación de reparar, sustituir o reembolsar.
• El perjuicio económico adicional causado a nuestro cliente, quien tuvo que comprarse otro móvil para poder continuar con su vida personal y profesional.

Tras un proceso largo —en buena parte debido a las dilaciones de la propia empresa para intentar desgastar a nuestro cliente—, el Juzgado terminó dictando una sentencia favorable, que no solo obligó a SONY a devolver íntegramente el dinero pagado por el teléfono defectuoso, sino que también condenó a la compañía a abonar una indemnización adicional por el importe del nuevo dispositivo que nuestro cliente tuvo que comprar para sustituir el original.

Esta sentencia sienta un precedente importante en la defensa del consumidor, al reconocer que las grandes compañías no pueden ofrecer “soluciones de compromiso” que vulneren los derechos de quien ha confiado en su marca. Cuando se compra un producto nuevo, el consumidor tiene derecho a recibir un bien en perfecto estado, con todas sus garantías, y con una atención posventa responsable.

Para nuestro cliente, esta victoria significó algo más que una compensación económica: fue la prueba de que no hay que resignarse cuando una gran empresa falla. Con el respaldo legal adecuado, es posible defender los propios derechos con éxito, incluso frente a multinacionales con potentes departamentos legales.

En Legalion Abogados nos sentimos orgullosos de haber llevado este caso hasta el final y de haber conseguido una sentencia que defiende el principio más básico del derecho del consumidor: recibir lo que uno paga. Y si no es así, la ley debe actuar con contundencia.
Seguiremos trabajando para que ninguna empresa, por grande que sea, pueda ignorar a quienes les compran y confían en su producto.